Wall Street logró cerrar con ganancias el viernes por sexta semana consecutiva, con el índice S&P 500 cerrando con ganancia del 4,3%.
Una corrección del mercado desatada por preocupaciones por la inflación a comienzos de febrero generó temores a que el mercado alcista que llevaba nueve años había llegado a su fin, pero datos de inflación y de ventas minoristas esta semana aplacaron el nerviosismo de los inversores.
En la semana, el Dow Jones subió un 4,25 por ciento, lo que marca su mayor avance semanal desde noviembre de 2016, mientras que el Nasdaq avanzó un 5,31 por ciento, registrando su mejor semana desde diciembre de 2011. El S&P 500 tuvo su mejor semana desde enero de 2013 con una ganancia del 4,3 por ciento.
Los datos económicos también contribuyeron al optimismo del mercado. La construcción de viviendas se incremento en enero a máximos en un año, impulsada por la edificación de casas unifamiliares.
Técnicamente, el índice S&P 500 encontró un fuerte soporte en torno a la media móvil simple de 50 semanas, representada por la zona de los 2.500 puntos.
Al alza, un avance por sobre la barrera de los 2.750 puntos debería impulsar al índice S&P 500 en busca de sus máximos del 2018 en torno al nivel de los 2.900 puntos.
