Las acciones de bancos se derrumbaron el viernes y lideraron en Wall Street la mayor ola vendedora en 10 meses, luego de que la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea tomó a los operadores por sorpresa.
El índice S&P 500 perdió todo lo ganado en el año y sufrió su mayor descenso diario desde fines de agosto de 2015.
La fuerte caída en las acciones de Wall Street dejó al índice S&P 500 en torno al soporte de corto plazo de los 2.040 puntos, por lo que un fuerte retroceso por debajo de dicho nivel podría llevar al índice accionario en busca de sus mínimos del año en torno al nivel de los 1.800 puntos.
El índice S&P 500 posee un importante soporte de largo plazo en la zona de 1.900-1.920 puntos, definido por la media móvil de 40 meses, por lo que una fuerte ruptura por debajo de dicho indicador pondría fin al ciclo alcista que comenzó el 2009 y ha llevado a las acciones de EEUU a rentar cerca de un 200% en siete años, y podría llevar al S&P 500 hacia una fuerte corrección, similar a la del 2008.
En junio del 2008, la ruptura de la media móvil de 40 meses dio inicio a un fuerte movimiento bajista que finalizó en la zona de los 700 puntos a inicios del 2009, por lo que en este momento el soporte clave corresponde al nivel psicológico de los 1.900 puntos.
Por su parte, los indicadores técnicos RSI y MACD vienen mostrando señales de agotamiento desde mediados del 2015, por lo que el Brexit puede ser tomado como el catalizador de una fuerte corrección.
Las caídas semanales en el S&P 500 y en el Dow Jones fueron del 1,6 por ciento, las mayores desde febrero, mientras que el Nasdaq perdió un 1,9 por ciento.