Tras validar soporte en la zona de los 4.000 puntos a fines del 2016, las acciones chilenas han estado operando en un parabólico rally alcista, rentando cerca de un 15% durante las últimas trece semanas.
La ruptura de la resistencia de los 4.300 puntos a mediados de febrero desató una fuerte presión compradora que ha llevado a la bolsa local a superar los pronósticos de los analistas para el 2017 en los primeros tres meses del año.
En estos momentos, el principal índice accionario chileno se encuentra consolidando su movimiento alcista sobre la zona de los 4.600 puntos, con una barrera técnica de corto plazo en niveles de los 4.700 puntos, por lo que un fuerte avance por sobre este nivel dejaría al IPSA sólo con la resistencia de los 4.900 puntos debería dejar el camino libre al IPSA para ir en busca de sus máximos históricos en la zona de los 5.050 puntos, lo que representa un upside potencial de un 8% desde los niveles actuales.
Por su parte, los indicadores técnicos RSI y MACD siguen operando al alza en zona de sobrecompra pero sin entregar aún señales claras de debilidad, por lo que deberíamos seguir viendo al IPSA intentando romper la próxima barrera de los 4.700 puntos en las próximas sesiones.
A la baja, la zona de los 4.600 puntos representa el primer piso técnico de corto plazo para el IPSA, por lo que una caída por debajo de dicho nivel podría gatillar una fuerte toma de utilidades y presionar a las acciones chilenas en busca de soporte en la zona de los 4.400-4.300 puntos antes de retomar el rally alcista de largo plazo.
Considerando el escenario actual, un avance por sobre los 4.700 puntos sería una buena oportunidad para aumentar la exposición en las acciones chilenas con un objetivo en los máximos del 2010 para el IPSA, mientras que una caída bajo los 4.600 puntos entregaría la señal para tomar ganancias en la bolsa local a la espera de confirmar un nuevo piso técnico y volver al entrar en el IPSA a mejor precio.
