Los tres principales accionistas de la minera chilena SQM suscribieron un acuerdo para codirigir la compañía, en un intento por poner fin a disputas internas, lo que implicará que la mayoría del directorio zanjará las decisiones y no el presidente de la empresa.
En una carta al regulador local, las sociedades del empresario Julio Ponce que participan en la propiedad de SQM informaron que junto con los accionistas de la japonesa Kowa y canadiense PCS adoptaron una medidas para fortalecer el gobierno corporativo de la minera.
La iniciativa apunta al «mejor interés de dicha compañía y de todos sus accionistas», dijo Pampa Calichera, una de las sociedades «cascadas» de Ponce, en una carta al regulador de valores chileno.
SQM es una de las mayores productoras de fertilizantes de especialidad del mundo y posee una fuerte presencia en el negocio del litio a nivel global.
El acuerdo establece que las sociedades de Ponce, como los accionistas de Kowa y PCS voten en conjunto, eliminando la figura del voto dirimente del presidente de SQM, que en la práctica siempre favorecía al empresario chileno.
Así, los acuerdos del directorio por los próximos tres años -período de la próxima mesa que se elegirá en una reunión de accionsitas- serán resueltos por una mayoría, lo que implicará contar con el voto de al menos cinco de sus ocho miembros.
Según medios locales, el acuerdo implica que Ponce cedería el control de la firma en un intento por apaciguar las disputas con PCS y sacar adelante la firma, que se ha visto sacudida por escándalos de aportes de dinero a la política y disputas por pertenencias mineras con el estado chileno.
El nuevo gobierno corporativo que regiría en SQM se conoce luego de que Ponce intentó vender el año pasado su participación en la minera a inversionistas extranjeros.
Las acciones de SQM-B han subido un 23% en lo que va del año, extendiendo las ganancias del 2016, año en que los papales subieron cerca de un 50%.
En estos momentos, la acción se encuentra testeando una importante barrera técnica en la zona de los $24.000, por lo que un fuerte avance por sobre dicho nivel debería confirmar nuevas señales de compra e impulsar a las acciones de SQM-B en busca de la siguiente resistencia en el nivel de los $30.000.
A la baja, el principal soporte de corto plazo se encuentra en la zona de los $20.000, por lo que el sesgo alcista sigue intacto mientras el papel siga operando por sobre dicho nivel.