Las acciones chilenas subían con fuerza en la sesión del miércoles, recuperando gran parte de las pérdidas que durante tres sesiones mantuvo a las acciones chilenas operando bajo una fuerte presión vendedora, con el IPSA retrocediendo cerca de un 3% debido al contagio por el desplome en Wall Street.
Tras el fuerte ajuste, el principal índice accionario chileno llegó a borrar completamente las ganancias de enero en tan sólo tres jornadas, sin embargo en la sesión del martes encontró una fuerte presión compradora en la zona de soporte definida por los máximos del 2017 en el torno al nivel de los 5.600 puntos, llevando al IPSA a finalizar la sesión previa lejos de sus mínimos.
Al alza, el IPSA debe enfrentar la siguiente barrera técnica en la zona de los 5.800 puntos, por lo que un nuevo avance debería llevar al índice accionario en busca de un nuevo intento de ruptura de la barrera de los 5.900 puntos, impulsando a las acciones nacionales por el objetivo de los 6.100 puntos, lo que arroja un retorno potencial de un 6% en el corto plazo.
A la baja, el principal soporte de corto/mediano plazo corresponde a la zona de los 5.500 puntos, representada por la media móvil exponencial de 89 días, mientras que la tendencia alcista de largo plazo sigue definido por la media de 233 días.
Por su parte, el indicador técnico de fuerza relativa RSI se encuentra operando en zona neutral, evidenciando la lateralidad que existe dentro del rango de los 5.600-5.900 puntos, mientras que el MACD sigue operando a la baja, sin entregar aún señales claras de recuperación, por lo que es altamente probable veamos a la bolsa local consolidar dentro del rango 5.600-5.900 puntos mientras se disipa la volatilidad de los mercados internacionales.