Las acciones de CAP han estado operando dentro de un canal lateral desde mediados del 2017, con un piso técnico en la zona de los $6.000 y una barrera técnica en los $9.000.
El papel acaba de validar nuevamente la zona de soporte de los $6.000, lo que podría gatillar nuevas órdenes de compra e impulsar a la acción en busca de la resistencia de los $9.000.
Los indicadores técnicos RSI y MACD comienzan a mostrar un aumento en la presión compradora, por lo que recomendamos entrar en el papel con un objetivo en la zona de los $9.000, lo que representa un upside cercano al 38% desde los niveles actuales.
A la baja, recomendamos mantener un stop loss bajo los $6.000.
Por su parte, tras el impresionante rally de CMPC entre octubre del 2016 y fines del 2018, la acción confirmó la ruptura del piso técnico de los $2.400 en noviembre pasado, gatillando una mayor presión bajista que ha llevado a la acción hacia la zona de los $2.100.
Los indicadores técnicos RSI y MACD operan en zona de sobreventa pero sin confirmar aún señales claras de compra, por lo que recomendamos esperar una confirmación de ruptura de la resistencia de corto plazo de los $2.200 para volver a entrar en la acción.
A la baja, una caída por debajo de los $2.100 debería gatillar nuevas órdenes de venta y presionar a la acción hacia los $1.800.
Finalmente, las acciones de SQM-B acaban de validar la zona de soporte de los $26.000, lo que ha gatillado una mayor presión compradora en el papel y podría llevar a los títulos de SQM-B en busca de la resistencia de corto plazo de los $30.000, lo que representa un upside cercano al 5% desde los niveles actuales.
Al alza, un avance por sobre los $30.000 debería gatillar una mayor presión alcista e impulsar a la acción en busca de la siguiente resistencia en la zona de los $35.000.
A la baja, definimos un stop loss bajo los $26.000.
Si la acción no lo superar la barrera de los $30.000, recomendamos cerrar posiciones.