Crudo tiene espacio para subir antes de efecto recesión

El petróleo podría subir bastante arriba de los 150 dólares por barril antes de empujar al mundo desarrollado a una recesión, lo que deja algún margen para que las naciones productoras continúen ganando petrodólares sin destruir la demanda de combustible.

Representantes de países consumidores han dicho que los precios ya están lo suficientemente altos como para afectar al uso de combustible, aunque tanto la Agencia Internacional de Energía (AIE) como la OPEP mantuvieron sin cambios esta semana sus proyecciones de crecimiento de la demanda en el 2011.

Algunos analistas dicen que para que un incremento del valor del petróleo provoque una recesión, que a su vez pesaría sobre la demanda de combustible, la subida debe ser del 100 por ciento anual.

Actualmente, eso significaría que el mercado debería ubicarse bastante arriba del récord observado en el 2008, de 147,27 dólares para el barril de crudo estadounidense.

Hasta ahora, el aumento ha sido inferior a la mitad de esa escalada que llevaría a una recesión.

El petróleo Brent, que ha liderado el repunte actual, llegó a un máximo en dos años y medio de algo más de 127 dólares, una ganancia del 49 por ciento respecto de su nivel de hace un año y un 40 por ciento más que a fines del 2010.

Otros indicadores que usan Batty y otros economistas son que por cada 10 dólares que sube el barril, si el incremento se sostiene, suma un 1 por ciento a la inflación y resta 0,5 puntos porcentuales al producto interno bruto (PIB).

Si bien muchos decían que era difícil precisar cuál sería el nivel peligroso, muchos coincidieron en que había margen para nuevas alzas, antes de que se active una recesión.

Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha mencionado a los precios del crudo como una amenaza, ha dicho que aún no ve riesgos de recesión.

«En una comparación histórica, la magnitud del impacto presente del suministro de petróleo ha sido moderada a la fecha», dijo el FMI en su Panorama Económico Mundial publicado el lunes.

«Si bien esos incrementos (de precios) evocan al fantasma de una estanflación al estilo de la década de 1970, es improbable que descarrilen la recuperación», agregó.

Ya existe evidencia anecdótica de que el repunte del petróleo de este año ha hecho que algunas familias traten de limitar el uso de combustible, pero el impacto del precio del 2008 y las escaladas anteriores han endurecido a los consumidores.

La primera sacudida de los precios de la década de 1970 sigue siendo la mayor que se recuerde, cuando el crudo casi se cuadruplicó en respuesta al embargo petrolero árabe.

Fue seguida de un segundo «shock» a fines de la década y el comienzo de la siguiente, causado por la Revolución de Irán y luego la invasión iraquí a Irán.

Como resultado, las economías desarrolladas cambiaron su conducta para aumentar la eficiencia energética y hacerse menos vulnerables a las subidas de precios.

Las economías emergentes siguen esforzándose para equilibrar el crecimiento económico con la eficiencia energética y remover gradualmente los subsidios que han abaratado la energía y alentaron un mayor consumo.

La recesión del 2008 fue en gran medida causada por un racionamiento del crédito. El colapso de la demanda de energía no puede atribuirse directamente al petróleo caro.

Las escaladas de los valores del crudo causadas por la perturbación del suministro han sido los detonantes más normales de otros colapsos económicos.

El repunte de este año ha sido impulsado por un déficit relativamente modesto. Libia, un miembro de la OPEP, ha bombeado alrededor de 1,6 millones de barriles por día (bpd) hasta que la violencia cerró la mayor parte de su producción.

Fuente: Reuters

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