El cobre cerró casi estable el viernes debido a que el recorte en las ganancias del dólar y una mejora del sentimiento del consumidor estadounidense se contrapusieron al temor de que la demanda se afecte por un mayor ajuste monetario en China para controlar su inflación.
La inflación de los precios al consumidor de China se aceleró a un 5,4 por ciento en el año hasta marzo, su mayor ritmo desde julio del 2008, y superó las previsiones del mercado de un aumento a un 5,2 por ciento. El producto interno bruto se desaceleró levemente en el primer comprador mundial de cobre.
El cobre para entrega en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME por su sigla en inglés) terminó en 9.405 dólares por tonelada, respecto al cierre de la víspera de 9.410 dólares.
La producción de cobre refinado y aluminio primario de China subió en marzo 23,7 por ciento y 7,4 por ciento respectivamente respecto al año pasado, tocando máximos mensuales para ambos metales debido a una expansión de la capacidad y a adecuados suministros de materiales sin refinar.
Los crecientes costos de los alimentos y la gasolina dispararon los precios al consumidor estadounidense en marzo, pero las presiones inflacionarias subyacentes fueron contenidas y la confianza del consumidor subió en abril.
Más temprano, datos mostraron que la inflación anual en la zona euro escaló más de lo esperado en marzo a un 2,7 por ciento.
También afectó el hecho de que Moody’s rebajara el viernes la calificación de la deuda pública irlandesa en dos escalones y mantuvo su perspectiva negativa, lo que presionaba al euro a la baja y afectaba la perspectiva del mercado de metales.
Fuente: Agencias
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