Ejemplo de cartera de inversión agresiva

Una cartera de inversión agresiva generalmente tiene un alto nivel de riesgo y busca obtener rendimientos más altos a largo plazo a expensas de una mayor volatilidad y posibles pérdidas a corto plazo. Un ejemplo de una cartera de inversión agresiva podría ser la siguiente:

  • 60% en acciones de empresas de alta capitalización en mercados desarrollados, como el S&P 500 en EE. UU. o el FTSE 100 en Reino Unido.
  • 20% en acciones de empresas de mediana capitalización en mercados desarrollados, como el Russell Midcap Index en EE. UU. o el FTSE 250 en Reino Unido.
  • 10% en acciones de empresas de pequeña capitalización en mercados desarrollados, como el Russell 2000 Index en EE. UU. o el FTSE Small Cap Index en Reino Unido.
  • 5% en fondos de inversión en bienes raíces (REITs) que invierten en propiedades comerciales, como oficinas, centros comerciales y hoteles.
  • 5% en fondos de inversión en mercados emergentes, que invierten en empresas de países en vías de desarrollo, como China, India o Brasil.

Es importante tener en cuenta que una cartera de inversión agresiva puede experimentar una mayor volatilidad y riesgo de pérdida en el corto plazo, pero también puede tener un mayor potencial de retorno a largo plazo. Los inversores que consideren una cartera de inversión agresiva deben tener un horizonte temporal de inversión a largo plazo y estar dispuestos a aceptar el riesgo asociado con este tipo de inversión. Además, es importante tener en cuenta que la asignación de activos adecuada dependerá de los objetivos financieros, el perfil de riesgo y la situación financiera individual de cada inversor.