Los empleadores estadounidenses eliminaron inesperadamente 85.000 empleos en diciembre, mostraron el viernes datos del Gobierno, que enfriaron el optimismo en torno a una recuperación del mercado laboral y acentuaron la presión sobre el presidente Barack Obama.
El Departamento de Trabajo dijo que las nóminas no agrícolas de noviembre fueron revisadas para mostrar que en realidad se agregaron 4.000 empleos ese mes, en lugar de haberse perdido 11.000 como se había reportado preliminarmente. Con las revisiones hasta octubre, la economía perdió 1.000 empleos más que lo estimado inicialmente durante esos dos meses.
La tasa de desempleo no registró cambios en diciembre y se mantuvo en un 10%.
Los analistas esperaban que las nóminas no agrícolas de diciembre no mostraron cambios y que la tasa de desempleo subiera al 10,1%.Los futuros de las acciones estadounidenses pasaron a terreno negativo tras el dato, mientras que los precios de los bonos del Tesoro borraron sus pérdidas y el dólar cayó frente al euro.
El alto desempleo es uno de los principales dolores de cabeza que enfrenta Obama, cuyo éxito o fracaso en crear empleo marcará el futuro de su Gobierno.
La popularidad de Obama ha venido cayendo en forma sostenida, ubicándose por debajo del 50%. Esto podría perjudicar las perspectivas de su Partido Demócrata de cara a las próximas elecciones legislativas de noviembre.
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