Primer ministro de Grecia dice que lo peor de la crisis ya pasó

Lo peor de la crisis financiera de Grecia ha terminado, pero el endeudado país aún tiene mucho trabajo por hacer, como acabar con el nepotismo y recortar los gastos, dijo el primer ministro, Georgios Papandreou.

Su Gobierno adoptó duras medidas de austeridad y logró una red de seguridad financiera provista por parte de sus socios europeos para lidiar con su crisis de deuda, pero aún debe afrontar unos elevados intereses para los préstamos, más del doble de los que tiene el peso pesado de Europa, Alemania.

Por primera vez desde octubre, cuando los socialistas volvieron al poder y dieron a conocer un déficit presupuestario por encima del doble de la cifra anterior, Papandreou dijo que el peor momento de la crisis se había superado.

Papandreou dijo que el Estado mediterráneo de 11 millones de habitantes debe luchar contra la corrupción, terminar con el derroche y descentralizar la administración para abandonar un sistema que favorece los abusos, donde los funcionarios pueden hacer favores basándose en sus contactos personales.

Los dirigentes de la zona euro y del FMI dicen que el plan de austeridad debería evitar que se profundice la crisis, pero una serie de protestas y enfrentamientos entre manifestantes y la policía el año pasado generó una cierta preocupación de que el Gobierno pudiera perder control.

Grecia está tratando de reducir una deuda de 300.000 millones de euros que supera el Producto Interno Bruto del país de 240.000 millones de euros, y necesita pedir prestados alrededor de 16.000 millones de euros antes de finales de mayo.

Bajo la presión de sus socios de la zona euro y los crecientes intereses para acceder a los préstamos, el Gobierno redujo los salarios del sector público, congeló las pensiones y elevó los impuestos, buscando reducir el déficit presupuestario en cuatro puntos porcentuales, hasta un 8,7 por ciento del PIB de este año.

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