Los mercados reaccionaron positivamente el lunes al acuerdo alcanzado en la zona euro para ayudar financieramente a Grecia, según se reflejó en una baja en los costos de endeudamiento del país y en un alza de las acciones al disminuir el riesgo de una cesación de pagos.
Pero aún quedaban dudas sobre si Grecia tendrá que usar el fondo de rescate, sobre cómo se activaría el plan y sobre cómo el miembro más débil de la zona euro lidiaría con su montaña de deuda de 300.000 millones de euros en el largo plazo.
El euro subió, el rendimiento de los bonos griegos de corto plazo cayó en más de un punto a cerca de 5,9 por ciento y el costo de asegurar la deuda del país frente a una moratoria se redujo sustancialmente respecto del viernes, en un clima de sorpresa por el plan de rescate de la UE, que resultó más amplio de lo esperado.
Pero un portavoz del Gobierno alemán abrió un potencial frente de conflicto tras decir que los líderes europeos tendrían que acordar en una cumbre especial la activación del mecanismo de ayuda, en el cual Alemania sería el principal contribuyente con un aporte de 8.400 millones de euros (11.400 millones de dólares).
Eso contradijo declaraciones del líder de los ministros de Finanzas de la zona euro y de la Comisión Europea, que habían dicho que una decisión de los ministros sería suficiente y que ésta podría tomarse mediante una teleconferencia, tal como se hizo el domingo con el plan de rescate.
El euro cayó desde 1,3610 dólares a 1,3590 dólares tras las declaraciones del portavoz alemán.
Un portavoz de la Comisión Europea contradijo a su par alemán al asegurar que no será necesario convocar una cumbre de líderes de la Unión Europea para activar la ayuda acordada para Grecia.
El rendimiento del bono del país a 12 meses se derrumbó unos 268 puntos básicos a un 5,28 por ciento, sugiriendo que la amenaza de «default» en el corto plazo había disminuido.
Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron el domingo un paquete de 30.000 millones de euros en préstamos a tres años para Grecia, a un interés cercano al 5 por ciento, si el país pide ayuda. El Fondo Monetario Internacional aportaría otros 15.000 millones de euros en el primer año.
El plan, que en los tres primeros años sumaría 45.000 millones de euros para luego negociarse más fondos, podría ser el mayor rescate financiero multilateral de la historia, dejando atrás a anteriores salvatajes del FMI a México y a Argentina.
Sin embargo, las autoridades griegas y la prensa del país no se hacían ilusiones de que un impulso de corto plazo en los mercados vaya a ser suficiente para evitar que el país tenga que buscar un rescate en el largo plazo.
Papandreou está implementando duras medidas de austeridad para cumplir con la promesa de reducir el déficit fiscal del país a debajo del 9 por ciento del Producto Interno Bruto este año.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, dijo a una revista austríaca que la deflación es la única manera con que Grecia puede efectivamente detener sus problemas de endeudamiento.
El índice de acciones bancarias de la bolsa de Atenas subió un 8,2 por ciento, superando el avance general del 4,61.
Grecia necesita pedir prestado unos 11.000 millones de euros para fines de mayo, de manera de refinanciar deuda pronta a vencer y cobros por intereses.
Un importante funcionario del Ministerio de Finanzas dijo que Grecia seguiría adelante con una presentación en Estados Unidos a fines de este mes para promocionar una emisión de un bono en dólares.
Un exitoso regreso a los mercados por parte de Grecia permitiría a Atenas demorar cualquier pedido de ayuda al menos hasta después de unas elecciones regionales clave en Alemania previstas para el 9 de mayo.
Las elecciones en Alemania son vistas como una de las razones detrás de la dura postura de Berlín frente a Grecia, dado que el plan de ayuda a Atenas es muy impopular entre los alemanes.
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