Grecia inició el miércoles sus negociaciones con representantes de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para ultimar los detalles de un potencial plan de ayuda, pero los inversores impacientes se desprendieron de sus activos griegos.
Mientras tanto, el paquete enfrentaba una severa resistencia a nivel doméstico y en el exterior.
Mientras lucha por convencer a los mercados que Grecia puede reducir su déficit fiscal y evitar la cesación de pagos, el Gobierno socialista de Atenas busca recaudar 10.000 millones de euros el próximo mes, al tiempo que los mercados se centran en un bono de 8.500 millones de euros que vence el 19 de mayo.
Grecia aún trata de financiar su deuda mediante emisiones en el mercado, pero los inversionistas están cada día más convencidos de que el país tendrá que recurrir a la ayuda de la zona euro y el FMI.
Los mercados demostraban su impaciencia ante la incertidumbre de cómo Grecia va a financiar su deuda, al llevar el rendimiento del bono a 10 años a un 8,4 por ciento, su mayor nivel al menos desde 1999, con una curva de rendimiento aplanada, señal de las crecientes dudas sobre la solvencia de Atenas.
El plan también encendió los ánimos de los trabajadores en Grecia y de los legisladores en Alemania, donde los votantes se oponen a ayudar a un país que ha eludido las normas fiscales de la UE por años antes de las elecciones del próximo mes.
El ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, comenzó sus reuniones a las 0700 GMT con una misión de asesores de nivel medio de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI.
Papaconstantinou comentó que las conversaciones, que se estima definirían un plan trienal de políticas económicas, se extenderán por dos semanas y que al menos el 15 de mayo debiera estar definido un texto del programa.
Economistas y medios griegos dicen que podría ocurrir incluso antes. De hecho, Papaconstantinou podría hacer posiblemente la solicitud de la ayuda este mismo fin de semana, cuando participe en la asamblea anual del FMI en Washington.
«El mecanismo se activará y operará, si Grecia lo pide, basado en el texto conjunto (…) Este es el proceso que hemos escogido», explicó Papaconstantinou.
Consultado sobre si Grecia podría pedir la ayuda antes de eso, afirmó: «Teóricamente, Grecia podría hacerlo incluso mañana».
En Alemania, donde la coalición de la canciller Angela Merkel arriesga perder la mayoría el 9 de mayo, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, había dicho que su Gobierno esperaba que Atenas haga un pedido formal de la ayuda, dijo una fuente a Reuters.
«Tenemos que esperarla», afirmó, según un parlamentario que estuvo con el ministro en una reunión.
Pero surgió un problema en los planes de los líderes de la zona euro para entregar rápidamente la ayuda a Grecia, ya que la oposición socialdemócrata alemana anunció que estaba en contra de una acelerada aprobación del acuerdo en el Parlamento.
AYUDA A LAS PUERTAS
La ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, comentó que su país podría movilizar 3.900 millones de euros este año fiscal, parte de los 6.300 millones comprometidos por París como contribución al paquete de 30.000 millones de los miembros de la zona euro.
«La ayuda tendrá la forma de créditos bilaterales», dijo Lagarde, que agregó que la ayuda tendrá un interés del 5 por ciento a tres años plazo.
El ministro de Economía germano, Rainer Bruederle, dijo que la parte del paquete del FMI podría llegar a 12.000 millones de euros (16.130 millones de dólares).
La perspectiva de recurrir a ayuda externa ha elevado la ansiedad entre los griegos, ya descontentos con los recortes de salarios públicos, congelamiento de las pensiones y alzas de impuestos que el Gobierno aplicó el mes pasado para reducir el déficit presupuestario en un tercio, al 8,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Cientos de trabajadores portuarios bloquearon el miércoles la llegada de cruceros a la mayor terminal marítima de Grecia, Piraeus, para protestar contra las medidas de austeridad.
Cerca de medio millón de empleados públicos planean una huelga de 24 horas el jueves en su cuarta acción del año.
Según las encuestas, casi tres cuartas partes de los griegos creen que el acuerdo de ayuda, si se activa, llevaría a un deterioro mayor de sus estándares de vida. Sin embargo, la mayoría aún apoya al Gobierno socialista elegido en octubre.
SOLVENCIA
Una fuente de la zona euro dijo que los ministros de Finanzas del bloque revisarán el 17 de mayo si todos sus miembros están listos para proveer de fondos a Grecia.
Pero persisten las dudas del mercado sobre cuánto podría tardar conseguir el apoyo parlamentario para el paquete en algunos estados miembros de la zona euro y si esto puede depender de la elección del 9 de mayo en Alemania.
Una pregunta clave es si Grecia puede realizar las medidas necesarias para recurrir a la ayuda y recibir el dinero necesario antes de pagar el bono que vence en mayo.
El FMI advirtió del riesgo que representa la turbulencia del mercado por Grecia.
«En el corto plazo, el principal riesgo es que, sin restricciones, las preocupaciones del mercado por la liquidez y la solvencia soberana de Grecia puedan caer en una verdadera crisis de deuda soberana, llevando a un contagio», afirmó el fondo en su Panorama Económico Mundial.
Las preocupaciones han remecido al euro y hundido los activos griegos. La prima que los inversores exigen por comprar deuda griega respecto a la alemana llegó a su cota más alta desde 1998 en 524 puntos básicos el martes, cerca de 10 veces sus niveles pre-crisis.
Fuente: Reuters
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