Los senadores republicanos estadounidenses reunieron suficientes votos el lunes para bloquear el debate de una propuesta de reforma financiera, generando un revés temporal para los patrocinadores demócratas y el Gobierno del presidente Barack Obama.
La votación pondrá a negociar de nuevo a legisladores clave para forjar un compromiso bipartidista, y se espera que la legislación modificada vuelva al Senado pronto.
Sólo hubo 57 votos a favor del inicio del debate formal, de los 60 que se necesitaban, frente a 41 en contra de iniciar el debate.
El presidente Barack Obama y los demócratas quieren regulaciones bancarias más estrictas para evitar que se repita una crisis financiera como la que se desarrolló entre 2007 y 2009.
Algunos republicanos coinciden en la necesidad de una reforma, pero afirman que el proyecto demócrata excede las atribuciones del Gobierno.
Obama dijo que se encontraba «profundamente decepcionado» tras conocer que el Senado bloqueó el debate y dijo que los estadounidenses no pueden permitirse ver como la legislación descarrila.
«Algunos de estos senadores pueden creer que esta obstrucción es una buena estrategia política, y otros pueden ver el retraso como una oportunidad para seguir este debate a puertas cerradas, donde miembros de grupos de presión de la industria financiera pueden suavizar la reforma o matarla por completo», dijo Obama en un comunicado.
Ninguno de los dos partidos quiere verse asociado a la impopular industria financiera de cara a las elecciones del Congreso en noviembre.
Los republicanos han adoptado un tono conciliador y dijeron que esperan que se apruebe un proyecto final por un amplio margen.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo que había un amplio apoyo a la reforma regulatoria, pero insistió en que los republicanos no se apresurarán.
La forma y rentabilidad futura de la industria bancaria son un tema de discusión, a dos años de que la peor crisis financiera en generaciones llevase a reformas a nivel global.
Se trata de una apuesta fuerte para el presidente Barack Obama. Desde la reciente aprobación de su histórica reestructuración del sistema de salud, el mandatario ha criticado fuertemente a Wall Street en discursos para apoyar la iniciativa de regulación financiera.
Casi dos tercios de los estadounidenses respaldan regulaciones financieras más estrictas, según un sondeo del Washington Post/ABC News publicado el lunes.
Cientos de grupos de presión de bancos y Wall Street, que a veces operan de cerca con los republicanos, han estado trabajando desde hace meses para bloquear los planes de reforma, que amenazan las ganancias, particularmente en el lucrativo mercado de derivados.
La crisis financiera golpeó duro a los títulos de los bancos, pero en lo que va del año han ganado un 30 por ciento.
Entre las partes controvertidas de la iniciativa demócrata se incluyen formar una nueva agencia de protección para los consumidores y concebir un nuevo proceso gubernamental para desmantelar las firmas financieras en problemas.
Buscando poner fin a los rescates de firmas «demasiado grandes para colapsar», como Goldman Sachs, los demócratas quieren un nuevo proceso de «liquidación ordenada».
Como se ha propuesto, la iniciativa busca proteger a los contribuyentes de costosos rescates como el de la aseguradora AIG, mientras que blinda a la economía de bancarrotas sorpresivas, como la quiebra de Lehman Brothers en el 2008.
La Cámara de Representantes aprobó una iniciativa de reforma financiera en diciembre. Lo que produzca el Senado tendrá que ser fusionado con la iniciativa de la otra cámara antes de que una ley final pueda ser enviada a Obama para que la promulgue con su firma.
Fuente: Reuters
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