El yen retrocedió el miércoles de sus máximos de 15 años frente al dólar, debido a la especulación respecto a que las autoridades japonesas podrían por primera vez en más de seis años tomar medidas para frenar la apreciación de la moneda. La economía de Japón lucha por recuperarse de los efectos de la recesión global y un alza del yen quita competitividad a las exportaciones, un motor de la economía del país.
El euro se recuperó de un mínimo en nueve años frente al yen tras un alza en la confianza empresarial alemana, mientras que el dólar se mantuvo bajo presión luego de conocerse un alza menor a la esperada en los pedidos de bienes duraderos de Estados Unidos y un desplome en las ventas de casas nuevas.
Los inversores fueron renuentes durante la sesión a seguir apostando a un alza del yen después de que el ministro de Finanzas japonés, Yoshihiko Noda, reiteró que el Gobierno reaccionaría a los movimientos del yen cuando lo considere necesario. La cautela en el mercado hacia el yen partió el martes, cuando el diario empresarial Nikkei reportó que el Ministerio de Finanzas de Japón podría considerar ventas unilaterales de yenes si los especuladores seguían llevando al alza a la divisa.
Los analistas dijeron que las declaraciones de Noda ofrecieron una posibilidad para que los inversores dieran una tregua a la escalada del yen. En la sesión de Nueva York, el dólar subió un 0,8 por ciento frente al yen en 84,63 yenes, aunque permaneció cerca de su mínimo de 15 años alcanzado el martes de 83,60. Sin embargo, la demanda de dólares disminuyó tras conocerse que los pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos subieron mucho menos de lo esperado en julio y que sin contar el transporte las órdenes sufrieron su peor caída desde enero del 2009.
Un informe que mostró un derrumbe en las ventas de casas nuevas en Estados Unidos en julio redujo aún más la demanda de dólares. El euro subió un 0,9 por ciento frente al yen, a 107,05 yenes, después de que el martes tocara un mínimo de nueve años de 105,44. Los analistas dijeron que el impacto de un alza en la confianza de las empresas alemanas a un máximo en tres años fue atenuado por las preocupaciones sobre la situación fiscal de la zona euro, reflejadas en una ampliación del diferencial entre los bonos irlandeses y alemanes.
La agencia Standard & Poor’s rebajó el martes la calificación de crédito de Irlanda en un escalón a «AA-» y advirtió que el panorama del país sigue siendo negativo.
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