La Reserva Federal podría anunciar hoy una controvertida nueva ronda de compras de miles de millones de dólares en bonos del Gobierno, en un intento por darle respiro a una alicaída economía estadounidense.
La anunciada decisión apuntaría a reducir los costos del crédito para los consumidores y las empresas aún dañadas por la peor recesión en décadas, aunque existen dudas respecto a su efectividad.
Con la economía que creció sólo a un 2 por ciento interanual en el tercer trimestre y una tasa de desempleo que no baja del 9,6 por ciento, la Fed está bajo presión por tomar más medidas para estimular la actividad empresarial.
Economistas esperan una nueva ronda de adquisición de bonos del Tesoro por un total de cerca de 500.000 millones de dólares en un periodo de seis meses, aunque acompañada por una señal de que las autoridades, que se han mostrado divididas por la prudencia de la medida, podrían elevar la operación si fuera necesario.
Se espera que la Fed anuncie su decisión en torno a las 14.15 horas.
Los mercados han tenido bruscos movimientos a la espera de la decisión de la Fed de compras de bonos, que fue la primera medida en respuesta a la crisis financiera del 2007-2009. Las acciones y los bonos del Gobierno en Estados Unidos han subido, pero el dólar ha descendido.
Las bolsas han sido apoyadas por expectativas -ahora validadas- de que los republicanos, vistos como más pro-mercado por los inversionistas, tomarían el control de la Cámara de Representantes y subirían su participación en el Senado en las elecciones del martes, observadas como un plebiscito al manejo económico.
Dado que los republicanos hicieron campaña por un Estado más pequeño, el Congreso podría ser menos proclive a ofrecer más estímulos al gasto para apuntalar a la economía, por lo que la Fed quedaría como la fuente principal de respaldo.
La Fed recortó sus tasas de interés a casi cero por ciento en diciembre del 2008 y ya ha comprado cerca de 1,7 billones de dólares en deuda del Gobierno y bonos respaldados por hipotecas.
Con la perspectiva de un largo periodo de bajos retornos en Estados Unidos, los inversores se han trasladado a los mercados emergentes, donde han apreciado las monedas locales. Las economías emergentes, preocupadas por la pérdida de competitividad de sus exportaciones, han reclamado.
El Banco de Japón, que se reúne el jueves y viernes, también se apresta a lanzar una nueva ronda de compra de bonos. El Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra se reúnen esta semana, pero no se esperan grandes cambios en su política monetaria hasta ahora.
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