La agencia Standard & Poor’s rebajó el viernes la calificación de la deuda de Estados Unidos, en un revés sin precedentes para la mayor economía del mundo.
S&P redujo la nota de Estados Unidos en un escalón, a «AA+», por preocupaciones ligadas al creciente déficit presupuestario del país y a la creciente carga de su deuda.
La decisión eventualmente podría subir el costo de endeudamiento del Gobierno, de las empresas y de los consumidores de Estados Unidos.
«La rebaja refleja nuestra opinión de que el plan de consolidación fiscal que el Congreso y el Gobierno aprobaron recientemente es insuficiente en lo que, a nuestro entender, se necesita para estabilizar las dinámicas de deuda de mediano plazo del Gobierno», dijo S&P en un comunicado.
La modificación se produce luego de un agrio debate político en el Congreso sobre el recorte de gastos y un alza de impuestos para reducir la carga de deuda del Gobierno y permitir que se aumente el límite de endeudamiento.
El 2 de agosto, el presidente Barack Obama firmó una ley que tiene por objeto reducir el déficit fiscal en 2,1 billones de dólares en los próximos 10 años. Pero esa cifra estuvo lejos de los 4 billones de dólares en recortes que S&P dijo eran necesarios para arreglar la economía doméstica.
La Casa Blanca se mantuvo en silencio tras conocerse la decisión de S&P
El conflicto político en Washington y las dificultades para atender los problemas fiscales de largo plazo del país se produjeron con una desaceleración del crecimiento de la economía estadounidense como telón de fondo, que llevó a la peor semana del mercado accionario en dos años.
El índice S&P 500 cayó un 10,8 por ciento en los últimos 10 días debido a las preocupaciones de que la economía estadounidense se encaminaría nuevamente hacia una recesión y porque la crisis de deuda europea parece empeorar al extenderse a Italia.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos, alguna vez vistos como el indiscutible refugio de activos a nivel mundial, están calificados ahora por debajo de los títulos emitidos por países como Gran Bretaña, Alemania, Francia o Canadá.
La perspectiva de la nueva calificación de Estados Unidos es «negativa», dijo S&P en un comunicado, una señal de que podría haber una nueva rebaja en los próximos 12 a 18 meses.
El impacto de la resolución de S&P fue suavizado por la de Moody’s Investors Service, que esta semana confirmó, de momento, la nota Aaa de Estados Unidos. Fitch Ratings dijo que aún estaba evaluando su calificación y que daría su opinión a fin de mes.
«No es algo completamente inesperado. Creo que parcialmente ha sido descontado en el precio del dólar. Esperamos que haya más presión sobre el dólar, pero vemos improbable una venta masiva», dijo Vassili Serebriakov, estratega de monedas de Wells Fargo en Nueva York.
«Una de las razones por la que realmente no creemos que los inversores extranjeros comiencen a vender agresivamente bonos del Tesoro es porque todavía hay pocas alternativas al mercado del Tesoro de Estados Unidos en lo que respecta a profundidad y liquidez. Probablemente ponga presión adicional de compras sobre otras monedas de refugio seguro como el yen japonés y el franco suizo», agregó
La decisión de S&P probablemente causará preocupación en tenedores extranjeros como China, que posee más de 1 billón de dólares en deuda estadounidense. Pekín ha instado frecuentemente a Washington a que proteja sus inversiones en dólares ocupándose de sus problemas presupuestarios.
Funcionarios del Gobierno de Obama mostraron una frustración creciente con la agencia a lo largo del debate sobre la deuda soberana y acusaron a S&P de cambiar las metas en sus advertencias de una rebaja en la calificación, dijeron fuentes familiarizadas con las conversaciones.
El recorte, con el tiempo, podría agregar hasta 0,7 puntos porcentuales al rendimiento de los bonos estadounidenses, incrementando el costo de financiación de la deuda pública en unos 100.000 millones de dólares, según el grupo comercializador de activos SIFMA.
La pérdida sin precedentes de la calificación crediticia AAA a manos de una de las grandes agencias del negocio llega a solo 15 meses de la próxima elección presidencial, donde la rebaja de la nota y la deuda estarán al tope de la agenda a debatir.
Fuente: Reuters
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