Francia apunta más medidas con nota deuda en la mira

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ordenó el miércoles a sus ministros de Finanzas y Presupuesto que preparen nuevas medidas para reducir el déficit público, después de que la rebaja de la calificación de Estados Unidos llevara la atención a las atribuladas finanzas galas.

Sarkozy también instó a todos los partidos políticos a que apoyen una propuesta para introducir una reforma constitucional que establezca un límite a los futuros déficits fiscales, que se espera sea derrotada si se plantea en una sesión parlamentaria especial de ambas cámaras.

Paralelamente, el Gobierno recibió un par de buenas noticias, ya que las agencias Moody’s y Fitch Ratings ratificaron el miércoles la calificación «AAA» para la deuda soberana de Francia con una perspectiva «estable» ante una consulta de Reuters.

El presidente convocó a sus principales ministros y al gobernador del Banco Central, Christian Noyer, para una reunión de urgencia que interrumpió sus vacaciones de verano boreal, después de una racha negativa en los mercados que ha puesto de manifiesto la creciente ansiedad por el peso de la deuda gubernamental.

Al ministro de Finanzas, François Baroin, y la ministra de Presupuesto, Valerie Pecresse, se les pidió que presenten sugerencias para acelerar los recortes al déficit fiscal en una reunión del 17 de agosto con Sarkozy y el primer ministro, François Fillon.

En otra reunión del 24 de agosto se aprobarían formalmente las medidas, según el gabinete del presidente francés.

«Sea cual sea el impacto de la incertidumbre global, del anuncio de la rebaja de Estados Unidos por parte de S&P, del nerviosismo de los mercados, independientemente de cualquiera de estos parámetros externos, tomaremos las medidas necesarias para alcanzar nuestras metas» de déficits, afirmó Baroin a la prensa después de la reunión.

Francia, el más endeudado de los seis estados de la zona euro con calificación crediticia «AAA», ha prometido recortar su déficit al 4,6 por ciento de su Producto Interno Bruto el año que viene y a un 3 por ciento en el 2013, frente al 7,1 por ciento del 2010 y el 5,7 por cierto que se estima para este año.

Sin embargo, la deuda pública está en un 85 por ciento del PIB este año, muy por encima de la recomendación de la zona euro de un 60 por ciento, y las turbulencias en los mercados han asestado un golpe a las esperanzas de que crezca la inversión, mientras el país se prepara para recibir el viernes unos sombríos datos de crecimiento del segundo trimestre.

El índice francés CAC-40 se derrumbó hasta un 23 por ciento en una oleada de ventas de dos semanas que se intensificó después de que Standard & Poor’s despojara el viernes a Estados Unidos de su calificación «AAA».

El costo de asegurar la deuda del Gobierno francés contra una moratoria se elevó hasta alcanzar nuevos máximos esta semana.

S&P ha dicho que tal como están las cosas, las previsiones de Francia son estables, pero los mercados siguen preocupados porque los bancos franceses están entre los más expuestos a un empeoramiento de la crisis de deuda soberana europea.

COMPLEJO DEBATE

Sarkozy fue una pieza central del acuerdo del 21 de julio entre los líderes de la zona euro para darle al fondo de rescate europeo EFSF la capacidad de comprar bonos soberanos en el mercado secundario y ayudar a Grecia con un nuevo rescate multimillonario.

Con el apoyo del opositor Partido Socialista, se espera que el Parlamento galo apruebe los ajustes adicionales al presupuesto del 2011 en unas sesiones parlamentarias especiales del 6 y el 7 de septiembre.

Sin embargo, los parlamentarios de izquierda han prometido bloquear la propuesta de Sarkozy de crear un «freno de deuda» constitucional si se presenta a una votación en las dos cámaras en las próximas semanas, en una clara marca de posición para las elecciones presidenciales del 2012.

Los socialistas dicen que apoyan todos los recortes propuestos pero que no quieren modificar la Constitución y señalan que la reforma tendría un impacto limitado, porque los gobiernos marcarían el techo numérico del déficit de todas formas.

Los mercados, por el contrario, ven la reforma constitucional como un símbolo del compromiso francés con la prudencia fiscal y algunos analistas temen que las agencias de calificación pudieran aludir a un fracaso de la iniciativa para dar una previsión negativa a Francia.

Fuente: Reuters

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