China apunta a que su economía crezca un 7,5 por ciento en el 2012, siguiendo políticas fiscales y monetarias proactivas y prudentes para combatir la presión hacia abajo sobre el crecimiento y la inflación, dijo el lunes el primer ministro, Wen Jiabao.
La estimación de crecimiento, dada a conocer durante el inicio de la reunión parlamentaria anual de China, se ciñó a lo esperado por los analistas y fue menor que la meta anual de larga data de un 8 por ciento, lo que refleja el foco del Gobierno en entregar estabilidad económica antes de una transición de liderazgo este año.
«Apuntamos a promover un crecimiento económico robusto y estable, mantener los precios estables y protegernos de riesgos financieros manteniendo la oferta total de crédito y dinero a un nivel apropiado y tomando una postura cautelosa y flexible», declaró Wen en su informe anual de trabajo ante el Congreso Nacional Popular.
Wen estableció una meta inflacionaria de cerca de un 4 por ciento para el año, en línea con la meta establecida en el 2011, y afirmó que el Gobierno trabajará para impedir un rebote en los precios en el 2012.
China estableció una meta de déficit fiscal de un 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), más que el 1,1 por ciento del PIB registrado en el 2011.
Wen también prometió reducir la demanda especulativa en el mercado inmobiliario y dijo que el yuan sería mantenido «básicamente estable», con una flexibilidad fortalecida en ambos sentidos en la vigilada tasa cambiaria.
El primer ministro chino también remarcó que el Gobierno actuará para resolver el problema de deuda de los gobiernos locales, considerado por muchos inversores como el riesgo clave para la sustentabilidad fiscal.
Los gobiernos locales deben cerca de 10,7 billones de yuanes (1,7 billones de dólares), según cifras del Gobierno que datan de fines del 2010.
«Fortaleceremos la supervisión de deuda de los gobiernos locales y nos protegeremos contra riesgos. Investigaremos más y regularemos las empresas financistas administradas por los gobiernos locales», sostuvo Wen.
El informe de trabajo de Wen reflejó las dificultades de transformar el crecimiento y contener la inflación mientras el Partido Comunista atraviesa por una entrega de liderazgo que hace aún más prioritario asegurar el empleo y defender la estabilidad.
Wen y el presidente Hu Jintao, ambos de 69 años, están cerca del fin de sus 10 años en el poder, una era en la que China superó la crisis financiera global y creció hasta convertirse en la segunda mayor economía mundial después de Estados Unidos.
Fuente: Reuters
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