Débiles ventas minoristas EEUU apuntan menor crecimiento

Las ventas minoristas de Estados Unidos cayeron por segundo mes consecutivo en mayo y los precios al por mayor sufrieron la baja más grande en tres años, lo que elevó las expectativas de un nuevo estímulo de política monetaria de parte de la Reserva Federal, a fin de incentivar el crecimiento económico.

Los reportes del miércoles se sumaron a otros datos, incluyendo el empleo y manufacturas, que apuntan a una baja en la recuperación económica.

El gasto de los consumidores fue uno de los pilares clave de la economía en el primer trimestre y el dato de ventas llevó a un número de economistas a recortar sus previsiones sobre el crecimiento del segundo trimestre.

Analistas dijeron que el oscurecimiento del panorama abría un poco más la puerta a la posibilidad de que la Fed anuncie una tercera ronda del llamado alivio cuantitativo durante su reunión de la próxima semana.

«Aún creemos que la Fed preferiría esperar un poco más para un tercer alivio cuantitativo, para ver cómo se desenvuelven las situaciones local y global, pero el débil dato ciertamente fortalece el argumento para tomar medidas», dijo Michelle Girard, economista de RBS en Stamford, Connecticut.

Las ventas minoristas se redujeron el 0,2 por ciento por una menor demanda de materiales de construcción y un declive de los precios de la gasolina que afectó a la facturación de las estaciones de servicio, mostró el miércoles un reporte del Departamento de Comercio.

Las ventas de abril fueron revisadas para mostrar una reducción del 0,2 por ciento en lugar del aumento previamente reportado de 0,1 por ciento.

Las ventas de vehículos crecieron un 0,8 por ciento, algo sorpresivo dado que los manufactureros reportaron débiles ventas de unidades durante el mes. Sin contar autos, las ventas bajaron 0,4 por ciento, el mayor declive en dos años, luego de ceder 0,3 por ciento el mes previo.

Por separado, el Departamento de Trabajo dijo que su índice de precios al productor (IPP) cedió el 1,0 por ciento el mes pasado por una contracción de 4,3 por ciento en los costos energéticos.

Las leves presiones inflacionarias deberían entregarle a la Fed algo de espacio para ayudar a la titubeante recuperación.

El banco central estadounidense se reunirá el martes y miércoles de la próxima semana. Un sondeo de Reuters entre economistas realizado la semana pasada estimó poco más de un 40 por ciento de probabilidades de que la Fed extienda su «Operación Twist», que busca bajar las tasas de interés a largo plazo.

«Inevitablemente, la caída en las presiones inflacionarias entregará un espacio considerable para la expansión monetaria de la Fed, y si esta tendencia desinflacionaria se arraiga, podría entregar una justificación para acciones agresivas de política monetaria», dijo Millan Mulraine, estratega macro de TD Securities en Nueva York.

Las acciones de Wall Street abrieron en baja tras el dato, al tiempo que los precios de los bonos del Tesoro de Estados Unidos recortaron sus pérdidas y el dólar caía ante el euro.

ENFRIAMIENTO DE LA DEMANDA

Si bien la debilidad de los ingresos de los proveedores de materiales de construcción y las estaciones de servicio explicó la mayor parte del retroceso de las ventas el mes pasado, los detalles del reporte fueron mixtos y aumentaron las señales de una demanda que se enfría.

El crecimiento del empleo se moderó en los últimos tres meses, con los empleadores sumando la menor cantidad de puestos de trabajo en un año en mayo.

Una combinación del empeoramiento de la crisis de la deuda en Europa y la inminencia del llamado «abismo fiscal» en Estados Unidos está creando una incertidumbre que perjudica a la confianza tanto de las empresas como de los consumidores.

El miércoles, un sondeo de Reuters mostró que los economistas recortaron en el último mes sus expectativas para las contrataciones.

Ahora los analistas prevén que la economía incorpore sólo 147.000 empleos por mes, en promedio, entre hoy y octubre, un ritmo que probablemente sea demasiado lento para reducir la tasa de desocupación nacional, actualmente en el 8,2 por ciento, antes de los comicios presidenciales.

Las ventas minoristas del mes pasado sintieron la caída de 2,2 por ciento que registraron las ventas en las gasolineras tras un declive del 1,4 por ciento en abril.

Los precios de la gasolina bajaron 17 centavos el mes pasado a 3,79 dólares por galón. Sin contar la gasolina, las ventas minoristas subieron el 0,1 por ciento tras caer 0,1 por ciento en abril.

No obstante, la caída en los precios de la gasolina ofrece un resquicio de esperanza en un panorama económico sombrío y podría liberar ingresos discrecionales de las familias, además de ayudar a mantener contenidas las presiones inflacionarias.

Las ventas de los comerciantes de materiales de construcción y equipos de jardín cayeron un 17 por ciento. Las llamadas ventas minoristas subyacentes, que excluyen autos, gasolina y materiales de construcción, aumentaron un 0,1 por ciento tras una ganancia similar en abril.

Las ventas subyacentes se relacionan más cercanamente con el componente de gasto del consumidor en el reporte de PIB del Gobierno.

Un tercer reporte mostró que las solicitudes de préstamos hipotecarios en Estados Unidos subieron un 18 por ciento en la semana que terminó el 8 de junio y tocaron su nivel más alto desde el 2009, la señal más reciente de una fuerte temporada de ventas primaverales.

Otro reporte del Departamento del Comercio mostró que los inventarios empresariales subieron un 0,4 por ciento a un récord de 1,58 billones de dólares en abril.

Los inventarios en abril subieron por un alza del 1,9 por ciento en la renovación de inventarios de los vendedores de autos, en línea con la fuerte demanda de vehículos motorizados de parte de las familias anteriormente este año.

Fuente: Reuters

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