La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo el miércoles sin cambios su plan de adquisición de 85.000 millones de dólares en bonos cada mes a fin de bajar el costo del crédito y apuntalar la economía, citando los riesgos para el crecimiento derivados del reciente ajuste presupuestario en Washington.
Al describir a la economía como en una fase de expansión moderada, en un comunicado que en general fue similar a su declaración de marzo, los funcionarios de la Fed citaron la continua mejora de la situación del mercado laboral.
Pero reiteraron que el desempleo sigue muy alto como para estar tranquilos, reforzando su deseo de seguir comprando activos hasta que mejore sustancialmente el panorama laboral.
«Esto es ‘status quo’, exactamente lo que queríamos», dijo el analista Todd Schoenberger, socio gerente de la firma Landcolt Capital .
«La Fed es muy predecible ahora, y no creo que haya titulares que muevan al mercado. Las cifras macroeconómicas recientes han sido débiles, lo que apoya la noción de que van a continuar con los 85.000 millones de dólares al mes», agregó.
En su comunicado al término de dos días de reuniones, la Fed advirtió que «la política fiscal restringe el crecimiento económico».
«El Comité está preparado para incrementar o reducir el ritmo de sus compras para mantener la expansión apropiada de la política monetaria», agregó.
La presidenta de la Fed de Kansas City, Esther George, volvió a expresar su disenso en contra del respaldo de la Fed para el crecimiento, debido a las preocupaciones sobre los desequilibrios financieros y las expectativas de inflación de largo plazo.
Hasta hace poco, los analistas habían previsto que la Fed compraría un total de 1 billón de dólares en bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas durante su tercera ronda de flexibilización cuantitativa, conocida por sus siglas en inglés como QE3.
También pensaban que la Fed comenzaría a sacar el pie del acelerador en el segundo semestre del año.
Ahora, esa perspectiva luce un poco más frágil.
«Las expectativas de reducir las adquisiciones de la Fed en base a los resultados han sido retrasadas debido al reciente debilitamiento de los datos económicos», de acuerdo con un comunicado del Comité de Asesoramiento del Financiamiento del Tesoro, un grupo del sector privado, publicado el miércoles.
El crecimiento económico repuntó en el primer trimestre luego de un final pobre del 2012, pero el ritmo anual de 2,5 por ciento de expansión no alcanzó las estimaciones de los economistas. Los expertos en pronósticos ya están previendo un segundo trimestre más débil.
El mercado de las casas sigue mostrando señales de fortaleza, con los precios de las viviendas marcando su mayor avance anual desde el 2006, el año que el mercado comenzó una bajada histórica que se agudizó hasta degenerar en la crisis financiera global.
Sin embargo, el sector industrial no está tan vibrante, ya que un reporte del miércoles mostró que la actividad fabril a nivel nacional apenas creció en abril.
Y el mercado de trabajo, el eje de la mayor parte de los esfuerzos de la Fed, sigue anémico. Los empleadores estadounidenses incorporaron solo 88.000 trabajadores a sus nóminas en marzo y los datos del miércoles sugirieron una continua debilidad en el empleo del sector privado.
Al mismo tiempo, la inflación ha estado calmándose constantemente.
La medida preferida de la Fed para la inflación subyacente, que excluye los costos de los alimentos y la energía, más volátiles, fue de solo el 1,1 por ciento en el año a marzo. La inflación general avanzó solo el 1 por ciento, el menor aumento en tres años y medio.
La Fed apunta a una inflación de 2 por ciento.
HERRAMIENTAS
En respuesta a la profunda crisis financiera y a la recesión, la Fed recortó de la noche a la mañana las tasas de interés efectivamente a cero a fines del 2008. También ha comprado más de 2,5 billones de dólares en activos, más que triplicando su balance, para mantener bajas las tasas a largo plazo.
Si el rumbo de la economía no mejora, el banco central estadounidense podría buscar nuevas formas de incrementar su apoyo a la economía, y el aumento de la cantidad de activos que está comprando es sólo una de las opciones evaluadas.
La Fed podría anunciar la intención de mantener los bonos que ha comprado hasta la madurez en lugar de venderlos al momento de ajustar la política monetaria. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, ya ha planteado esto como una posibilidad.
Las autoridades también podrían establecer un umbral de desempleo inferior para señalar el momento en que podrían estar maduros para finalmente subir las tasas. Actualmente, el umbral se sitúa en el 6,5 por ciento, bajo la condición de que la inflación no amenace con superar el 2,5 por ciento.
La investigación sugiere que tal «directriz avanzada» sobre la trayectoria de las tasas de interés a futuro puede tener un fuerte impacto en los actuales costos de endeudamiento, y un funcionario de la Fed -Narayana Kocherlakota, presidente de la Reserva Federal de Minneapolis- ya ha sugerido la reducción del umbral para darle un impulso a la economía.
Fuente: Reuters
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