La Reserva Federal de Estados Unidos se reúne con la posibilidad de que suba las tasas de interés, mientras que los consejeros se preguntan si ya pasó lo peor de 2015.
Tras ver una contracción de la economía de Estados Unidos en el primer trimestre, funcionarios del banco central han señalado que no elevarán las tasas esta semana.
Sin embargo, tendrán que juzgar si mejores datos recientes de empleos, salarios y gasto del consumidor dejaron atrás ese período de debilidad, allanando el camino para un alza de tasas este año.
El comunicado de política monetaria del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés), mostrará cómo los consejeros sienten que ha avanzado la economía desde su último encuentro en abril, y particularmente si el mercado laboral sigue fortaleciéndose.
Pero igualmente importante será la publicación de las proyecciones económicas individuales de los consejeros, que indicarán si la Fed pretende elevar las tasas sólo una vez este año o dos, un punto crítico para los mercados y otros que intentan evaluar el cambio a un nuevo «régimen» de alzas de tasas.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, realizará su conferencia de prensa trimestral después de la publicación del comunicado de política monetaria y de nuevas proyecciones económicas.
La reunión será la primera desde el momento más álgido de la crisis financiera de 2007-2009 en que el resultado no será constreñido por la «orientación a futuro», el compromiso indefinido de mantener las tasas bajas para contrarrestar la peor desaceleración desde la Gran Depresión.
Eso no significa que al resultado no sea razonablemente claro.
Los funcionarios de la Fed, que no quieren perturbar a los mercados globales mientras preparan la primer alza de tasas en Estados Unidos en casi una década, han dicho que planean transmitir sus intenciones lo más claro posible, sin hacer promesas.
Existe casi la certeza de que la Fed no elevará las tasas en junio y Yellen sólo ha dicho que el «despegue» de tasas probablemente será en algún momento de este año, mientras que otros funcionarios del banco central han hablado sobre los riesgos que aún enfrenta la economía estadounidense.
CONECTANDO LOS PUNTOS
Como el comunicado de la Fed ha sido recortado a cinco párrafos y se ha eliminado el lenguaje usado en tiempos de crisis, la reunión de junio podría poner un mayor peso en las proyecciones individuales y los «puntos» relacionados, o la estimación de cada funcionario de la Fed respecto a dónde creen que se ubicarán las tasas de interés a fin de año.
Sin embargo, esas proyecciones son estimaciones anónimas de 17 consejeros que usarán 17 conjuntos de asunciones para determinar dónde se ubicarán las tasas en un momento particular.
Eso hace que los «puntos» no sean tanto pronósticos respecto a dónde se ubicarán las tasas, sino más una expresión de la convicción personal de cada consejero sobre el camino a seguir.
Ante la ausencia de un pronóstico en común, los «puntos» figuran entre las principales fuentes de información de política monetaria producidas por la Fed.
En abril, la mediana de las proyecciones para las tasas de la Fed se ubicaba en un 0,625 por ciento, un nivel que implica dos alzas de tasas de 0,25 puntos hasta fin de año.
Si en la reunión de junio la media permanece en 0,625 por ciento, «sería una señal razonablemente clara de que la Fed tiene una fuerte presunción de que las tasas subirán en septiembre», escribieron analistas de Cornerstone Macro en una previa de la reunión del FOMC.
Fuente: Reuters
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