El Fondo Monetario Internacional recortó sus pronósticos de crecimiento global por tercera vez en menos de un año, citando una fuerte desaceleración del comercio en China y precios débiles de las materias primas que están afectando a Brasil y a otros mercados emergentes.
El FMI estima que la economía mundial crecerá un 3,4 por ciento en 2016 y un 3,6 por ciento en 2017, en ambos casos 0,2 punto porcentual menos que en las proyecciones previas, realizadas en octubre.
Para América Latina y el Caribe, el FMI ahora prevé una recesión leve de 0,3 por ciento este año y una expansión de 1,6 por ciento en 2017, lo que implica rebajas de 1,1 puntos porcentuales y 0,7 puntos respectivamente en sus proyecciones de octubre.
Ante esta perspectiva global, el Fondo dijo que los bancos centrales de todos los países considerarán formas de impulsar la demanda a corto plazo.
El Panorama Económico Mundial actualizado fue divulgado en momentos en que los mercados financieros sienten el impacto por la desaceleración china y el desplome de los precios del petróleo.
El FMI mantuvo sus pronósticos previos de crecimiento de China de 6,3 por ciento en 2016 y 6,0 por ciento en 2017, que no obstante representan fuertes bajas desde un 6,9 por ciento en 2015 y un 7,3 por ciento en 2014.
La entidad dijo que una mayor desaceleración de la demanda en China seguía siendo un riesgo al crecimiento global y que unas importaciones y exportaciones chinas más débiles a lo previsto estaban pesando con fuerza en otros mercados emergentes y exportadores de materias primas.
Brasil seguirá sumido en la recesión en 2016, con una contracción de un 3,5 por ciento de la producción, 2,5 puntos porcentuales menos que en el pronóstico previo, y virtualmente no habría crecimiento en 2017 en la medida en que la economía más grande de América Latina enfrenta una menor demanda china.
El FMI también redujo sus previsiones para México en 0,2 puntos porcentuales tanto para 2016 como para el próximo año, estimando ahora un crecimiento de 2,6 por ciento y 2,9 por ciento, respectivamente.
El fondo dijo que el panorama de una aceleración de la producción en Estados Unidos estaba disipándose debido a que la fortaleza del dólar pesa en las manufacturas, mientras que los precios más bajos del crudo reducen la inversión en energía.
El FMI ahora proyecta un crecimiento económico de 2,6 por ciento en Estados Unidos para 2016 y 2017.
En Europa, los precios más bajos del crudo ayudarán a respaldar al consumo privado. Por eso, el FMI sumó 0,1 punto porcentual a su pronóstico de crecimiento de la zona euro en 2016, a un 1,7 por ciento, igual que en 2017.
Fuente: Reuters
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