El oro subía el jueves desde mínimos en ocho semanas ante el retroceso de los retornos de la deuda del Tesoro de Estados Unidos y del dólar desde máximos recientes luego de que el presidente Donald Trump despidió al director del FBI, aunque los pronósticos de un alza de las tasas en junio limitaba su avance.
El despido de James Comey del FBI provocó una agitación política en Washington que los inversores temen que pueda descarrillar planes de estímulo y de una reforma tributaria.
Los rendimientos más bajos de los bonos del Tesoro reducen el costo de oportunidad de tener oro, que no rinde intereses, mientras que el dólar más débil vuelve al oro más barato para los tenedores de otras divisas. Pero tasas de interés más altas tienden a elevar los retornos de deuda y fortalecer al dólar.
El metal posee una fuerte resistencia en la zona de los US$1.300 la onza y ha tenido bastantes dificultades para superar dicha barrera técnica, por lo que un fuerte avance por sobre dicho nivel debería gatillar nuevas órdenes de compra e impulsar al metal dorado en busca de la próxima resistencia en niveles de los US$1.400.