Los candidatos presidenciales de Chile comenzaron a mostrar señales de apertura en sus programas de Gobierno, en un intento por persuadir a líderes políticos y colectividades a fin de llegar fortalecidos a un estrecho e incierto balotaje el próximo mes.
El exmandatario conservador Sebastián Piñera, quien obtuvo el primer lugar en los comicios del pasado fin de semana con un 36,6 por ciento de los votos, un nivel por debajo de la mayoría para triunfar, recibió el jueves el respaldo de su mayor rival dentro de la opositora centroderecha, aunque con condiciones.
“Llegamos a varios acuerdos (en compromisos para su plan de gobierno) con el (ex) presidente (Piñera), porque esta cuestión no es gratis”, dijo Manuel Ossandón, excandidato de las últimas primarias presidenciales del bloque en que triunfó Piñera.
Piñera “se comprometió conmigo que en su Gobierno la gratuidad estudiantil iba a aumentar fuertemente hasta los técnicos profesionales (…). Segundo, se comprometió con una nueva ley de Pesca, reconociendo que tiene que hacerse de nuevo”, agregó el senador.
En el programa original del multimillonario conservador se contemplaba mantener los actuales niveles de gratuidad de la educación y no planeaba realizar cambios a la ley de Pesca. A cambio, Ossandón deberá reforzar la candidatura de Piñera en las zonas periféricas de Santiago donde no obtuvo el apoyo esperado.
En la candidatura oficialista de Alejandro Guillier también hubo muestras de señales de apertura para ampliar su abanico electoral, luego del respaldo entregado a principios de semana por el partido de centro Democracia Cristiana y la propia presidenta Michelle Bachelet.
Guillier, quien llegó de segundo en la primera vuelta con un 22,7 por ciento, se abrió a la idea de eliminar en el “largo plazo” el sistema privado de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), en un intento por conseguir el apoyo de un incipiente bloque de izquierda para el balotaje.
Hasta la primera vuelta, Guillier se había mostrado a favor de cambios a las AFP pero no era partidario de eliminarlas. Sin embargo, el oficialista admitió la noche del miércoles a un canal de televisión que se podría ir más allá, en un guiño hacia las demandas del Frente Amplio.
“Todos los chilenos sabemos que el sistema de AFP fue un fracaso, cambiarlo no es una cosa de decisión administrativa, es gradual, hay que hacer un sistema alternativo y una vez que se genera y está en régimen puedes modificar cómo se administran”, dijo Guillier en una entrevista con Canal 13.
Ante la consulta de si estaba dispuesto a eliminar las AFP, Guillier dijo que era una opción “a largo plazo”.
Sánchez y su coalición no dieron apoyo explícito a Guillier. Sólo confirmaron que iniciarán un diálogo dentro del bloque y se espera que se adopte una decisión antes de fin de mes.
El negocio de los fondos de pensiones en Chile es administrado por seis compañías privadas, que manejan activos por más de 170.000 millones de dólares.
El Gobierno de Michelle Bachelet envió este año al Congreso ajustes al cuestionado sistema de pensiones, que incluye elevar del 10 al 15 por ciento el monto para el ahorro a cargo del empleador y que los fondos adicionales sean manejados por un ente estatal. Guillier se ha mostrado en favor de esta iniciativa.
Fuente: Reuters