La inflación en Chile fue del 0,3 por ciento en abril, en una variación por encima de lo esperado pero que no alteraría el rumbo de la política monetaria en el corto plazo ante un gradual repunte de la actividad económica.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del cuarto mes, difundido el martes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se compara con una variación positiva del 0,2 por ciento en marzo y estuvo impulsada por alzas en vivienda, salud, alimentos y bebidas.
El IPC del cuarto mes, superior al 0,1 por ciento estimado en un sondeo de Reuters, se conoce un día después de que el Banco Central informó que la economía chilena creció un 4,6 por ciento en marzo, en su mejor desempeño mensual de los últimos cinco años.
Con el registro de abril, la inflación en los últimos 12 meses acumuló un nivel del 1,9 por ciento, por debajo del rango que maneja el Banco Central de entre 2,0 y 4,0 por ciento en su horizonte de proyección. En los primeros cuatro meses del 2018, en tanto, la inflación acumulada llegó al 1,0 por ciento.
“Es muy positivo tener una inflación bajo el 2,0 por ciento. Esta combinación de inflación baja y crecimiento alto es muy favorable para Chile”, dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
El INE informó además que el indicador subyacente registró un alza del 0,4 por ciento en el mes.
El Banco Central ha manifestado que tiene como escenario base mantener el actual impulso monetario hasta que se consolide un mayor repunte de la actividad doméstica y la inflación avance hacia su meta de 3,0 por ciento en su horizonte de proyección.
Para el 2018, el Banco Central ha pronosticado una inflación del 2,3 por ciento, aunque analistas estiman que se ubicará más bien cerca del 3,0 por ciento por los efectos de la mayor depreciación del peso en importaciones como el petróleo.
Fuente: Reuters