El Banco Central de Chile subió el miércoles su estimación de expansión de la economía a un rango del 4,0 a 4,5 por ciento para este año, un nivel por encima de lo esperado, lo que sería acompañado por una inflación ligeramente más elevada, en medio de los efectos de la depreciación de la moneda local.
La estimación mejorada para el Producto Interno Bruto (PIB) es superior a una previsión previa de 3,25-4,0 por ciento, luego de que la economía creció un sorpresivo 4,8 por ciento en el primer semestre.
“La revisión al alza de la estimación de crecimiento del PIB para 2018 responde al comportamiento de la actividad en el primer semestre del año y una economía que crecerá en torno a un potencial más alto”, dijo el Banco Central en un comunicado.
No obstante, para el segundo semestre la economía tendrá tasas de variación anual menores a las del primer semestre, respondiendo a varios factores, entre ellos una base de comparación más exigente. Para 2019, se prevé una expansión entre 3,25 y 4,25 por ciento.
Con todo, el organismo autónomo revisó al alza su estimación del PIB potencial no minero (capacidad productiva) a un 3,1 por ciento, desde el 2,7 por ciento, para este año. En 2019, el PIB potencial se ubicaría en 3,2 por ciento.
El repunte de la economía se basa en una demanda interna que crecería un 4,6 por ciento este año, de la mano de una inversión que aumentaría un 5,0 por ciento. El consumo, en tanto, avanzaría un 3,8 por ciento, pese a un mercado laboral más rezagado.
“El mercado laboral mantiene cierto rezago respecto de la actividad y puede contener grados adicionales de holgura producto del flujo inmigratorio. En todo caso, el crecimiento del empleo en lo más reciente muestra un mayor dinamismo, y se espera que este continúe mejorando en los próximos trimestres”, dijo la entidad en su informe.
El mayor dinamismo de la demanda interna, junto con los efectos de la depreciación del peso, aceleraría la convergencia de la inflación a la meta del 3,0 por ciento. Así, el instituto emisor pronosticó una inflación de 3,1 por ciento este año, mientras que el próximo año se ubicaría en 3,0 por ciento.
Este escenario dejaría muy poco espacio al Banco Central para continuar con el impulso monetario.
“El grado de estímulo monetario actual es menos necesario y (…) de mantenerse el actual escenario, debería comenzar a reducirlo en los próximos meses”, dijo el instituto emisor.
La Tasa de Política Monetaria (TPM) se ubica en 2,5 por ciento, aunque operadores han estimado que subiría un cuarto de punto porcentual hacia fin de año.
No obstante, el organismo admite que un escalamiento de la guerra comercial global amenazaría el crecimiento de los socios comerciales de Chile, en particular China y elevaría los riesgos de mediano plazo.
Junto con ello, podría presionar al precio del cobre por debajo de su nivel de largo plazo. Para este año, la entidad ajustó a la baja su proyección a un valor de 2,95 dólares por libra, mientras que en 2019 se ubicaría en 2,85 dólares.
Fuente: Reuters