Por Rodrigo Cordero
Las acciones de la empresa acerera validaron el importante soporte de los $5.000 la semana pasada, gatillando compras de oportunidad en torno al límite inferior del canal lateral por el que viene operando el papel desde comienzos del 2017.
Ya son cerca de tres años en el que la acción ha estado cotizando entre los $5.000 y los $8.500, generando varias oportunidades de trading a mediano plazo.
En este momento, los indicadores técnicos RSI y MACD en temporalidad semanal, comienzan a entregar fuertes señales de recuperación, por lo que podríamos ver a la acción en el mediano plazo en torno a la zona de resistencia de los $8.500, lo que representa un upside cercano al 50% desde los niveles actuales.
Dada la configuración técnica en CAP la recomendación es comprar el papel con un primer objetivo en los $6.500 y posteriormente en los $8.500.
A la baja, la zona de los $5.000 representa el principal soporte de largo plazo.
Por su parte, los títulos de SQM-B confirmaron un soporte técnico en torno a los $16.500 a mediados de agosto, gatillando algunos signos de recuperación.
La semana pasada el papel validó un piso de corto plazo en la zona de los $19.000, por lo que podríamos ver un aumento en la presión compradora de SQM-B.
Al alza, la próxima resistencia de corto plazo se encuentra en los $21.500 lo que representa un upside potencial de un 10% desde los niveles actuales, mientras que una ruptura de dicho nivel podría impulsar a la acción hacia la zona de los $25.000.
En este momento, la acción de SQM-B se ve como un buen candidato de compra con un primer objetivo en los $21.500 y posteriormente en los $25.000. A la baja, vemos un soporte clave en la zona de los $19.000.