Por supuesto, aquí te presento un ejemplo de una cartera de inversión moderada:
- Acciones: 40% de la cartera
- Acciones de empresas líderes y estables en el mercado, con un enfoque en sectores que tienden a ser menos volátiles, como la tecnología, la salud y los bienes de consumo.
- Bonos: 35% de la cartera
- Bonos corporativos de grado de inversión, emitidos por empresas estables y bien establecidas.
- Bonos gubernamentales a largo plazo, emitidos por gobiernos estables y de bajo riesgo.
- Fondos mutuos: 20% de la cartera
- Fondos mutuos diversificados que invierten en acciones y bonos de empresas y gobiernos estables y sólidos.
- Efectivo: 5% de la cartera
- Efectivo o equivalentes de efectivo, como fondos del mercado monetario, que pueden usarse para realizar ajustes en la cartera si es necesario.
Esta cartera de inversión moderada tiene una exposición diversificada a diferentes clases de activos, con un mayor enfoque en acciones y bonos estables y de bajo riesgo. El porcentaje de efectivo es relativamente bajo, pero aún proporciona una pequeña reserva de efectivo para realizar ajustes en la cartera según sea necesario. Recuerda que este es solo un ejemplo y que una cartera de inversión moderada puede variar según los objetivos, el perfil de inversión y las necesidades específicas de cada inversor.