El 2023 fue una montaña rusa para el S&P IPSA, que finalizó el año con un impresionante avance del 17,79%. El catalizador de este avance fue la Reserva Federal de EE.UU., cuyas decisiones sobre las tasas de interés inyectaron un optimismo que impulsó al IPSA a alcanzar su máximo histórico de 6.432,76 puntos.
Luego de un breve ajuste el índice accionario se recuperó notablemente hacia el final del año, cerrando en 6.197 puntos. Este giro se atribuye a una combinación de mejores perspectivas de inflación en EE.UU. y a la resiliente naturaleza de las valoraciones de las empresas chilenas, que empezaron a recuperarse desde mediados de noviembre.
Técnicamente, el índice accionario chileno se encuentra operando en una zona de lateralización de corto plazo entre los 5.400 y los 6.400 puntos. Sin embargo, la tendencia alcista de largo plazo se mantiene intacta y bien soportada por la media móvil de 55 semanas, por lo que un ajuste hacia la zona de soporte representa una buena oportunidad de entrada.
Al alza, un avance sobre los 6.400 puntos debería gatillar una mayor presión alcista y podría impulsar a las acciones nacionales en busca de nuevos máximos.