Luego de revertir completamente las pérdidas de comienzo de año y con un cierre de 0,7% en enero, las acciones nacionales siguen operando en un escenario de extrema volatilidad.
Durante los primeros veinte días del año la bolsa chilena perdió más de un 6%, en línea con el fuerte retroceso que golpeó a los principales mercados accionarios. Sin embargo, la zona de los 3.400 puntos logró frenar la presión vendedora, gatillando nuevas compras de oportunidad en el IPSA en torno a la importante zona de soporte de largo plazo de los 3.400-3.500 puntos, llevando al principal índice accionario chileno a revertir las pérdidas del año en tan solo siete sesiones de ganancias consecutivas.
En estos momentos, el IPSA se encuentra testeando la zona de resistencia de corto plazo de los 3.700 puntos, lo que ha gatillado cierre de posiciones por toma de ganancias tras el último rally.
La validación de un nuevo nivel de soporte debería gatillar un fuerte rebote técnico y dar un nuevo impulso a las acciones nacionales en busca de una ruptura de la barrera de los 3.700-3.750 puntos.
Tras confirmar señales de compra a fines de enero, los indicadores técnicos RSI y MACD siguen operando al alza sin entregar aún señales claras de debilidad, por lo que un ajuste por toma de ganancias puede ser una buena oportunidad para aumentar la exposición en la bolsa local buscando un primer objetivo en la zona de los 3.900 puntos y posteriormente en la zona resistencia definida por el nivel de los 4.150 puntos (máximos del 2015).
Siempre es importante mantener un stop loss de un 2% por debajo del mínimo de enero de los 3.418 puntos.
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